La Alimentación:
La comida que aportes a tu animal de compañía determinará en gran medida su salud y estado de ánimo. Ten mucho cuidado con la comidas baratas, Muchos de ellos contienen demasiada grasa y pueden dañar el hígado de tu compañero. Consulta a tu veterinario qué marcas son las más adecuadas por el tamaño y actividad física que realice tu perro. También debes tener en cuenta que, si todavía es un cachorro, deberá alimentarse con un alimento especial, y que deberás ir adaptando las cantidades según vaya convirtiéndose en adulto. cuando haya parado de crecer, seguramente debas reducir el aporte en la cantidad de comida, no queremos que sufra obesidad, algo cada vez más común en perros sedentarios que no salen todo lo que necesitan.No olvides que debe tener siempre a su disposición agua fresca, especialmente si se alimenta de pienso y durante el verano.Y un último consejo: Alerta proporcionarle chucherías por las que tu perro rogará y lloriqueará como dulces o embutidos. Son altamente perjudiciales para él, ya que su organismo no las metaboliza bien. Los huesos ayudan a fortalecer sus dientes.
Ejercicio:
Antes de elegir tu tipo de perro, deberás pensar bien en cuáles son tus rutinas y si tendrás todo el tiempo requerido para sacarlo a pasear. Al menos, el animal deberá salir tres veces al día para hacer sus necesidades y una de estas veces el paseo deberá prolongarse bastante más, para que tu nuevo compañero pueda ejercitarse, conocer su alrededor, relacionarse con otros perros.Si no eres excesivamente deportista, una pelota o juguete para lanzárselo en el parque harán que tu compañero gaste energías.
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